2016/07/02

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Irregulares agreden brutalmente a seminaristas en Mérida

Grupos de vándalos tomaron una avenida dónde Lilian Tintori realizaría una asamblea de ciudadanos, sin que se presentaran funcionarios de Polimérida ni de la GNB para contenerlos

NORA SÁNCHEZ 01 de julio de 2016 19:23 PM
Actualizado el 01 de julio de 2016 19:43 PM

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Irregulares agreden brutalmente a seminaristas en Mérida
Mérida.- Cuatro seminaristas y un joven fueron brutalmente golpeados, despojados de su vestimenta e introducidos en una alcantarilla, tras transitar por la avenida Tulio Febres Cordero de la ciudad de Mérida, la cual fue tomada por grupos de encapuchados y motorizados pasado el mediodía de este viernes para impedir que Lilian Tintori, esposa del preso político Leopoldo López, realizara una asamblea de ciudadanos en el marco de su gira "Rescate Venezuela".
La violencia se apoderó de la zona y los seminaristas fueron blanco de los grupos irregulares quienes al verlos les preguntaron "¿chavistas u opositores?" y al ellos responder "seminaristas", fueron atacados.
El arzobispo Metropolitano de Mérida, monseñor Baltazar Porras Cardozo, informó que los cuatro jóvenes pertenecen al seminario menor de Mérida y estaban acompañados por un menor de edad, hermano de uno de ellos, quienes luego de almorzar se dirigían a su residencia y fueron brutalmente atacados, desnudados y hasta el menor de edad fue golpeado en la cabeza con un candado.
Los seminaristas fueron trasladados a una clínica de la ciudad de Mérida donde recibieron atención médica.
Mientras los grupos irregulares se mantenían en la avenida Tulio Febres Cordero, ocurrieron acciones vandálicas, en las que un vehículo fue incendiado y los grupos vandálicos intentaron ingresar a la sede del Banco Mercantil, ubicada en la avenida 3, esquina de la calle 31 de la capital emeritense.
Lilian Tintori denunció que desde que llegó al estado Mérida sus derechos fueron violados, toda vez que cerraron la carretera Troncal 8 para impedir su ingreso a la ciudad y además, grupos de irregulares tomaron las calles y avenidas cercanas a la cancha techada de la Federación de Centros Universitarios (FCU) donde realizaría la asamblea de ciudadanos, para evitar que se realizara, pero que logró hacer en la plaza Glorias Patrias de Mérida, pasadas las 6 de la tarde.
No hubo ni un policía
Durante la toma de la avenida Tulio Febres Cordero por los encapuchados, no hubo presencia policial ni de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que devolviera el orden público y retirara a los irregulares de la zona.
El diputado a la Asamblea Nacional (AN) Juan Guaidó, vicepresidente de la  Comisión de Política Interior, acudió a la comandancia de Polimérida a denunciar la situación y a solicitar resguardo y protección de los merideños, lo cual no obtuvo porque "mientras vándalos golpeaban y maltrataban a los ciudadanos en la policía, no tomaron ni siquiera la denuncia", dijo.
Ante lo ocurrido, Guaidó informó que citará a la comisión de Política Interior al comandante de Polimérida, Álvaro Sánchez Cuéllar, para que explique por qué no atendió la situación de alteración del orden público que ocurrió a escasas cuadras de la sede del comando de este cuerpo policial.
Por su parte, el diputado y responsable político del partido Voluntad Popular (VP) en Mérida, Lawrence Castro, responsabilizó al gobernador de Mérida, Alexis Ramírez, y al parlamentario del PSUV Ramón Lobo de la violencia ocurrida en la ciudad; y aseguró que junto al dirigente oficialista Juan Carlos Uzcátegui promovieron la violencia y la persecución de ciudadanos que quieren se abra el canal  humanitario para que los venezolanos tengan medicinas e insumos médicos para su salud.
Castro rechazó que funcionarios de Polimérida y de la GNB no actuaran para repeler a los grupos vandálicos, "pero a los estudiantes que protestan porque no tienen comida en el comedor universitario si les caen a bombas lacrimógenas y a perdigonazos".
Dijo que la acción de las autoridades civiles y militares del estado al no permitir que se realizara en paz una asamblea de ciudadanos, restablecer el orden publico y brindar seguridad a todos los venezolanos, es un acto antidemocrático, propio de regímenes autoritarios y comunistas.

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