¿Por qué Venezuela no ha asumido en realidad la
presidencia del Mercosur?; por Mariano de Alba
Durante las últimas horas diversos
medios de comunicación han anunciado que Venezuela asumió
finalmente la presidencia temporal del Mercosur. Pero la situación no es tan
sencilla y todavía persiste la incertidumbre sobre quién detenta la presidencia
y lo que ocurrirá finalmente en el mercado común.
Tal y como explicáramos aquí en Prodavinci,
visto que no lograron llegar a un acuerdo en una reunión de cancilleres el 11
de julio, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay prorrogaron la decisión sobre
el traspaso. Desde esa fecha y hasta el pasado viernes 29 de julio, la
presidencia temporal continuó en manos de Uruguay. Aunque en principio se había convocado a una nueva reunión
para el 30 de junio, ésta fue cancelada en última instancia.
El comunicado de la cancillería uruguaya
El 29 de julio de 2016, Uruguay emitió
un comunicado de prensa titulado “finalización de la presidencia pro témpore uruguaya del
Mercosur”. En dicho comunicado, el gobierno uruguayo informó el vencimiento del
período de seis meses en el que cada país le corresponde asumir la presidencia
temporal. No obstante, ese período en realidad estaba vencido desde el 21 de
junio, ya que Uruguay asumió la presidencia temporal
el 21 de diciembre de 2015.
Uruguay también indicó a través de la nota de prensa que entendía que “al
día de hoy no existen argumentos jurídicos que impidan el traspaso de la
Presidencia Pro Témpore a Venezuela”. Este lenguaje es importante porque deja
entrever que aunque la posición de Uruguay es que la presidencia temporal debe
ser transferida a Venezuela, también reconoce implícitamente que existe
oposición de otros países con respecto al tema. Por ello, Uruguay declara su
“entendimiento” sobre el debate pero no se atrevió a decir que transfería la
presidencia a Venezuela.
El comunicado de la cancillería venezolana
Aprovechando el comunicado de Uruguay,
la cancillería venezolana emitió un comunicado ayer 30 de julio donde
le notificó a los demás países que “a partir del día de hoy, la República
Bolivariana de Venezuela asumirá con beneplácito el ejercicio de la Presidencia
Pro Témpore del Mercosur”.
En el texto, Venezuela reafirma la que
ha sido su posición durante las últimas semanas: que tanto el tratado fundacional como el protocolo sobre la estructura institucional de la organización no
establecen expresamente que todos los países deben estar de acuerdo para que la
presidencia temporal sea traspasada, por lo que la misma puede ser asumida por
Venezuela automáticamente una vez que Uruguay decidió dejar su puesto.
La posición de Paraguay y Brasil y el
silencio de Argentina
Ante el comunicado de Venezuela, el
canciller de Paraguay declaró que “esta es una
presidencia de facto que Paraguay no reconoce como tal, y no se da por
notificado”. Paraguay considera que ante el vacío
dejado por Uruguay, quien debe asumir la presidencia es Argentina.
Horas antes, el presidente interino de
Brasil había señalado que para poder asumir
la presidencia temporal, Venezuela debía completar primero el proceso de
adaptación al Mercosur, lo que se traduce en la incorporación al ordenamiento
jurídico venezolano de buena parte de la normativa aprobada en el mercado
común. Su canciller, José Serra, también manifestó que “imaginar a
Venezuela dirigiendo el Mercosur, a veces causa escalofríos”.
Argentina, por su parte, ha guardado
silencio durante las últimas semanas y todavía se está a la espera de conocer
su posición oficial sobre la diatriba. Su cancillería ha tratado de asumir una
posición mediadora y de no confrontación, pero el presidente Mauricio Macri ha criticado abiertamente lo que está
ocurriendo en nuestro país. Por ende, su posición oficial no está clara.
¿Detenta entonces Venezuela la presidencia temporal del Mercosur?
En primer lugar, es importante aclarar
que no es lo mismo declarar que se asumió la presidencia temporal que
efectivamente asumir tal presidencia. La cancillería venezolana tiene razón
cuando dice que las normas del Mercosur referidas a la presidencia temporal no
prevén expresamente ningún requisito para su traspaso, pero olvida que el protocolo sobre la estructura institucional de Mercosur también establece en su artículo 37 que “las decisiones de los
órganos del Mercosur serán tomadas por consenso y con la presencia de todos los
Estados Partes”.
En consecuencia, vista la oposición férrea de Paraguay y la circunstancial
de Brasil, es obvio que no existe un consenso sobre el traspaso de la
presidencia temporal a Venezuela. Inclusive asumiendo la tesis venezolana, lo
cierto es que la supuesta asunción venezolana de la presidencia temporal
tendría un gran obstáculo práctico. La consecuencia fundamental de ejercer la
presidencia del Mercosur es que en el país que lo preside es donde se realizan
las reuniones de todos los comités de la organización. Por tanto, aunque
Venezuela puede declarar que asumió la presidencia, si al final del día ni
Brasil ni Paraguay envían a ningún delegado a las reuniones que Venezuela
convoque, la organización no podrá tomar ninguna decisión sin violar la norma
del consenso.
En segundo lugar, la práctica dentro de
la organización deja entrever que para que el traspaso sea efectivo no es
suficientemente que transcurran los seis meses que le corresponden a cada país,
sino que debe realizarse una reunión a tal efecto con la presencia de todos los
países. Por ejemplo, el gobierno de Nicolás Maduro asumió la presidencia del
Mercosur el 12 de julio de 2013, pero no la entregó a Argentina sino hasta
el 29 de julio de 2014, más de un año después. Esto precisamente se debió a que no podía realizarse la reunión de jefes de Estado para concretar el traspaso, primero porque la presidenta argentina para ese
entonces estaba delicada de salud y luego porque las agendas de los distintos
presidentes no coincidían. Conforme al derecho internacional, la costumbre de
los Estados puede dar lugar a obligaciones incluso a falta de una norma
escrita.
Finalmente, la regla del consenso es tan
fundamental en esta organización que la misma explica porque no se ha realizado
la reunión solicitada por Paraguay para
evaluar si el gobierno venezolano está cumpliendo con el protocolo sobre compromiso democrático del Mercosur.
Al Uruguay oponerse a realizar esa reunión, la misma no se ha dado. Bajo el
mismo razonamiento, es difícil ver cómo Venezuela puede realmente asumir la
presidencia si Paraguay y Brasil continúan oponiéndose.
Gracias a la crisis política y económica
que vive Venezuela, el Mercosur está viviendo uno de los altercados más importantes
de su historia. Si el gobierno de Nicolás Maduro insiste en tratar de ejercer
la presidencia sin contar con el apoyo de todos los países y Paraguay y Brasil
no cambian su posición, entonces el mercado común entrará en una situación de
parálisis. Esto afectará el avance en la gestión más importante que tiene
actualmente la organización: tratar de concretar un tratado de libre comercio
con la Unión Europea. Quizás viendo este congelamiento progresivo en el
funcionamiento del mercado común es que el nuevo gobierno de Argentina se ha
mantenido apartado y ha declarado que su deseo es “converger
hacia la Alianza del Pacífico”.
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