2010/03/10

Caballeros templarios…

En el año 2007 tuve la oportunidad de que se me permitiese tomar el curso de Hospitaleros Voluntarios en Logroño (HOSVOL) y a los días de continuar la marcha se me informo de la posibilidad de ejercer, por una quincena, en Ponferrada.

Me apersoné en el Albergue con unos cuantos días de anticipación, por una parte para mantener el ritmo de marcha y por otra para tener la oportunidad de conocer, en vista previa, el albergue, desde el punto de vista del hospitalero.

Varios aspectos me amarraron al sitio; sin duda que quien se desempeñaba como Hospitalero en el momento, JOSEPH, educado británico de muy buenas maneras, un Caballero de puerta a puerta,  se ganó mi aprecio a las primeras de cambio. Gerente, conocedor de políticas de personal, logístico previsivo, psicólogo nato, anfitrión amable y cordial. Algún día trataré de sorprenderlo escribiendo unas líneas sobre su relación con  Evaristo, otro de los personajes del Albergue que marcaba con su actitud el estilo y el nombre de “San Nicolás de Flue”.

Evaristo, a mi modo de ver, representaba en cierta forma a los Caballeros Templarios, en su versión del siglo actual. Asturiano de pura cepa, adusto, dueño del mundo, difícil de alcanzar, solitario, alejado de su entorno familiar, responsable de la relación de información con el Padre Miguel Ángel quien fungía como el responsable ante la Curia de lo que allí ocurriese.

La despedida de JOSEPH y EVARISTO me motiva para escribir un relato de la lucha de dos titanes, cosa nada fácil de escribir pues las acciones y las posiciones de cada uno de ellos permiten hablar de la bondad del Creador recreándose en esa palabras y gestos finales de esa relación.

Ellos dos, sin menoscabo de los demás integrantes de esa gran familia de Ponferrada, me brindaron su amistad y, cada uno a su modo, me ayudaron a salir triunfante de mi tarea.

Soy un Hospitalero Voluntario tanto como soy Rotario, y es un orgullo para mi el serlo. Entiendo el Voluntariado en la acepción exacta de la palabra, Voluntario: Quien por propia decisión desarrolla una tarea sin que pida, exija o perciba ningún tipo de retribución.

El esfuerzo del Sr. José, el gran amigo de Ponferrada y de los peregrinos que por allí pasamos, quien una vez, paseando por España con su esposa tuvo la maravillosa idea de  construir un Albergue con todas las comodidades para apoyo de los caminantes. Buscó, proyectó, pensó, convenció, coordinó, apoyó, pagó… y finalmente se inauguró el Albergue San Nicolás de Flu. Hombre de carácter, lleno de humildad, de la humildad que solo tienen los grandes, supo buscarse las personas que realmente le resultasen para llevar a cabo el proyecto. De sus conversaciones aprendí mucho, lastima que lo conocí tarde en mi vida.

Joseph, Evaristo y Don José… tres Caballeros Templarios… cada uno, a su manera. Me siento honrado por la oportunidad que se me brindó de compartir con Ustedes y poder recibir sus enseñanzas, Gracias.

 

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