Benedicto XVI, como si fuera un niño

 

HERMANN PETZOLD RODRÍGUEZ| EL UNIVERSAL

sábado 31 de marzo de 2012 04:08 PM

Muchos nos hemos quedado pasmados nuevamente con el leguaje tan sencillo con que el papa Benedicto XVI se ha dirigido a los feligreses que lo esperaban en México y Cuba. A pesar de la profundidad de sus palabras y el sentido que nos lleva inmediatamente a reflexionar, pesaríamos que es muy difícil que un hombre de alto nivel intelectual pueda expresarse de forma tan clara. Nos equivocamos.
El encuentro la semana pasada, 24 de marzo, en la Plaza de la Paz de Guanajuato en México, Benedicto XVI hizo una pausa en su agenda para dirigirles unas palabras a los niños allí presentes. Me parece importante que haya hecho esta deferencia. Pudo hacérselo, solo con intelectuales, pero ha querido propiciar el encuentro por todo lo que los niños han soportado en México, por el caos de violencia que han sufrido como víctimas e incluso por ser algunos parte activa de este conflicto.
Observando este encuentro desde el plano humano, no ha habido ningún líder político o religioso que haya querido transmitir un mensaje de esperanza, de motivación, de alegría; por medio de un verdadero encuentro para ofrecer su sincera amistad a pesar de su edad y de las diferencias culturales. Decía en este encuentro el Papa: "he venido para que sientan mi afecto. Cada uno de ustedes es un regalo de Dios para México y para el mundo. Su familia, la Iglesia, la escuela y quienes tienen responsabilidad en la sociedad han de trabajar unidos para que ustedes puedan recibir como herencia un mundo mejor, sin envidias ni divisiones" Por un lado -con la poca edad de estos niños- los convierte en embajadores en su entorno; por otro, les manifiesta su cariño llamándolos "pequeños amigos"; y por último, exige a la sociedad mexicana su protección y cuido.
Casi al finalizar el encuentro, los invita a continuar su amistad por medio de la "oración" y a rezar continuamente en la casa de cada uno. "Yo rezaré por ustedes, para que México sea un hogar en el que todos sus hijos vivan con serenidad y armonía".
Sin estar presentes. Sin ser niños, hemos comprendido que el mensaje era para todos nosotros.
Licenciado en Comunicación Social - MBA IE Business School
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