7910.- 11 de abril

 10 de abril de 2013   

De abril en abril

Este 11 de abril se cumplen 11 años de aquel día cuando una marcha cívica gloriosa, terminó en un baño de sangre perpetrado por grupos violentos del oficialismo amparados por francotiradores y efectivos militares y guiados desde Miraflores.

Las consecuencias de aquel 11 de abril de 2002 es historia: un Alto Mando Militar que rehúsa las órdenes presidenciales de aplicar el Plan Ávila que hubiera significado una mayor matanza de civiles a manos de soldados de la Fuerza Armada Nacional, y que acepta la renuncia del Presidente de la República. El regreso “heroico” al tercer día de un Chávez “arrepentido” con crucifijo en mano, pero que luego, olvidando su mea culpa, reinicia la profundización de su proyecto castrocomunista y designa como chivos expiatorios para eximir sus responsabilidades en la masacre de civiles, a los comisarios Lázaro Forero, Iván Simonovis y Henry Vivas, y a los policías metropolitanos Erasmo Bolívar, Marcos Javier Hurtado, Luis Molina Cerrada, Arube Pérez, Julio Rodríguez y Héctor Rovaín. Todos ellos condenados a largas penas de prisión aún sin que existiera prueba alguna de los hechos que les imputaron.

Para este 11 de abril de 2013, el país está en puertas de acabar con las mentiras y empezar a construir otra historia, de paz, progreso e inclusión bajo el liderazgo de Henrique Capriles. ¡Pero, cuidado, esto no es tarea fácil!

Y no solo por el ventajismo, abusos e ilegalidades electorales cometidas hasta ahora por el oficialismo. Sino también por la campaña de descrédito contra Capriles que adelanta el oficialismo, la cual, dado el talante mentiroso y desvergonzado de sus dirigentes, es de presagiar que se profundice en estos tres días que restan para las elecciones presidenciales. Por ejemplo, no es de dudar que el gobierno monte de nuevo un teatro de mentiras y amenazas, para distorsionar la historia de aquel abril, en el que seguramente volverá a la pantomima de acusar a Capriles por supuestamente haber violado la soberanía de la Embajada de Cuba, acusación esa que lo llevó a la cárcel mientras se seguía un juicio en su contra.

Para que nadie se llame a engaño, vale recordar las declaraciones del embajador de Noruega, Dag Mork Ulnes, informando que cuando llamó aquel 12 de abril a su homólogo cubano, Germán Sánchez Otero, para ofrecerle su ayuda ante el acoso de un grupo de personas a la Embajada de ese país, éste le informó que Capriles había tranquilizado la turba y que “todo está bien aquí, estamos conversando los dos” (refiriéndose a Capriles), y afirmándole que “no hay necesidad de su intervención”.

Lo triste de este caso es que, luego, el Embajador cubano cínicamente acusó a Capriles de haber promovido la turba, acusación ésta que “justificó” la detención de Capriles en el SEBIN y que sustentó la apertura de un juicio en su contra. Y lo más admirable de este caso es que el Embajador noruego desmintió al Embajador Cubano ante el Tribunal, con lo cual Capriles fue exonerado de toda culpa.

No más mentiras hechas en Cuba. ¡A votar el 14, que somos venezolanos!

VENECONOMIA 10abr13

En dias subsiguientes circularon por los paises centroamericanos unas aerofotos que mostraban a personas ampliamente conocidas en esos paises, apostadas como francotiradores... en Venezuela se prohibió a partir de ese momento el sobrevuelo de las manifestaciones por parte de aeronaves no gubernamentales...

VIVA VENEZUELA