2013/05/03

7974.-Universidades Venezolanas.-

Comportamiento Magna Cum Laude

PEDRO BERNARDO CELIS |  EL UNIVERSALviernes 3 de mayo de 2013  12:00 AM

Como todo sistema, la Universidad posee tres cosas fundamentales que la caracterizan: elementos, interconexiones, y propósito. Los elementos pueden ser tangibles o intangibles. Estudiantes, profesores, bibliotecas, aulas son algunos de sus elementos tangibles. La excelencia académica es uno intangible. Las interconexiones son las reglas que definen la forma en que los elementos interactúan entre ellos. En la Universidad, los estándares de admisión, el escalafón, el presupuesto, y la comunicación del conocimiento son algunas de sus interconexiones. El propósito de la Universidad se deriva de su comportamiento, que busca descubrir y preservar el conocimiento a fin de pasarlo a nuevas generaciones. El propósito de sus elementos puede diferir: el estudiante busca buenas notas, el profesor busca un puesto en el escalafón. Sin embargo, la Universidad, como un todo, centra su propósito en la comunicación del conocimiento.

Los elementos cambian pero la Universidad persiste. Profesores se retiran y nuevos son contratados. Estudiantes se gradúan y nuevos son admitidos. La Universidad en la que me gradué tiene personas distintas de la Universidad en la que doy clases. Pero sigue siendo la misma Universidad. Si cambiamos las interconexiones en la Universidad, podríamos cambiar la Universidad. Por ejemplo, si una nueva interconexión implica que los argumentos se ganan por la fuerza y no por la razón, ya no sería Universidad. Tal vez podríamos llamarla Asamblea Nacional, pero definitivamente dejaría de ser Universidad. Si cambiamos el propósito en la Universidad, podríamos cambiar a la Universidad. Pero si el nuevo propósito fuera adoctrinar a las personas en vez de diseminar el conocimiento, dejaría de ser Universidad. Podríamos colocarle el adjetivo bolivariana, pero no sería Universidad.

En el marco del pensamiento sistémico, las propiedades de adaptabilidad, organización propia y descentralización le permiten a un sistema funcionar bien y cumplir su propósito bajo un amplio espectro de situaciones extremas, e incluso hostiles. En la Universidad, la adaptabilidad es su habilidad para sobrevivir y persistir en un ambiente cambiante y hostil. El régimen chavista busca el sometimiento de la Universidad a un pensamiento único. Procura el debilitamiento y control de la Universidad socavando su adaptabilidad. La organización propia es la propiedad que tiene la Universidad para evolucionar, para buscar por sí misma nuevas formas de hacer las cosas. Para lograr esto, se requiere libertad para experimentar. La capacidad de organización propia también implica diversidad, heterogeneidad e imprevisibilidad, características que son altamente amenazantes para el régimen castro-comunista venezolano. Por último, la descentralización es una propiedad que, en la Universidad, promueve tanto su adaptabilidad como su estabilidad. La descentralización genera subsistemas dentro del sistema, como las Facultades o las cátedras dentro de la Universidad. Las interconexiones dentro de las Facultades son más fuertes que las interconexiones entre las Facultades. Se reduce así, la cantidad de información que fluye por la Universidad, y ésta se hace más eficiente en el cumplimiento de su propósito. La adaptabilidad, la organización propia y la descentralización hacen de la Universidad un sistema con capacidad para mantener su comportamiento en el tiempo y cumplir su propósito, incluso en ambientes hostiles.

Una sociedad sin Universidad es incapaz de descubrir y preservar el conocimiento, incapaz de pasar el conocimiento a nuevas generaciones. El experimento totalitario chavista de los últimos 14 años, ha expuesto a la Universidad venezolana a un ambiente hostil, a fin de crear una sociedad sin Universidad. El régimen ha buscado someter y ahogar a la Universidad a través del recorte presupuestario. Es así que hoy tenemos profesores titulares que ganan menos que los profesionales que gradúan con su esfuerzo diario. El régimen busca obcecadamente instituciones que diseminen su pensamiento único, y que adoctrinen a estudiantes y profesores por igual en su retórica perfecta del bien común, pero la Universidad venezolana no se ha prestado para este fin.

El régimen chavista no comprende que la diversidad, y la imprevisibilidad universitaria hacen imposible la imposición del pensamiento único en ella. Gracias a su adaptabilidad, organización propia y descentralización, la Universidad venezolana sigue cumpliendo con honores, su propósito original. La Universidad venezolana es, hoy más que nunca, la casa que vence la sombra, la casa que potencia la libertad, la pluralidad y la independencia. El régimen chavista la podrá ahogar, pero nunca la podrá cambiar. La Universidad venezolana derrocha las propiedades que la llevan a sobrevivir y persistir en el noble propósito de comunicar el conocimiento. ¡Apoyemos la lucha por la supervivencia de nuestra Alma Máter!

@ProfPBCelis

pbcelis@usb.ve

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