Posted: 16 May 2013 11:01 PM
PDT
El cambio de
nombre del nombrado Papa tiene su origen en la teología, se formó costumbre
semejando a lo que Jesucristo hacía con sus más cercanos seguidores y ahora
refrenda las imágenes positivas que los antecesores a este prelado han logrado,
marcando la vida papal que espera tener y cumplir.
Es un acercamiento a los logros
positivos de los discípulos de Dios y de su iglesia. A pesar de lo que todos
los católicos en el mundo esperamos, algunos periodistas vernáculos hondureños
metidos a políticos enfatizaban lo que los humanos más degradados de la Iglesia
han realizado en el mundo; que lo han realizado como humanos que son, y que han
caído en las garras de sus deseos más aviesos y que la sociedad ha señalado
como ofensas a la misma humanidad.
Pero no se trataba de eso, se
trataba del cónclave más importante del mundo, que estos termocéfalos no logran
comprender, porque sus humanidades están muy dañadas, apedrean sin conciencia
real del daño que hacen a la sociedad, ávida de creer en otras cosas que no sea
la injuria, la ira, el pecado, el banal, el odio y la falta de razón por las
cosas divinas. Si no creen, tienen esa opción de no creer y no hay problema,
pero dedicarse a denigrar a la Iglesia Católica por unos cuantos hombres de
comportamiento equivocado es cometer un gran error y agredir a los pueblos que
se nutren del comportamiento de sus párrocos que en su gran mayoría son ejemplo
de gracia, esfuerzo, caridad y responsabilidad comunitaria, formando parte del
desarrollo de sus pueblos.
Periodistas que han sido hasta
encarcelados por sus errores pasados y que desean surgir como químicamente
puros no abonan en nada a la reconciliación nacional, cobran de los
gobiernos publicidad y propaganda e incitan a las masas a estar en contra
de todas y cada una de las iniciativas de los gobernantes, por lo que no están
construyendo una nueva Honduras, tratan de construir una Patria para ellos,
porque la Patria de normas, ética y moral no les conviene a sus fines banales.
Vilipendiar a la gente de este
país no es la manera creativa de conducir una sociedad, y hacia ellos debe ir
la vigilancia y la punibilidad del Estado, no para los medios que informan y
crean opinión pensante y positiva para enaltecer los valores de los hondureños
bien nacidos y que queremos siempre tener una mejor Honduras.
Después que Benedicto XVI sacó
a luz la verdad de los problemas de la Curia Romana, bienvenido sea este amable
hombre, jesuita, abierto a una nueva Iglesia Católica que tanto ansiamos sea
para bien de nosotros y de las nuevas generaciones; que escogió llamarse
Francisco, que no será conocido como primero (1) y que viene a marcar un tiempo
nuevo, con un nombre revolucionario, que manda al mundo un mensaje de pobreza,
austeridad, humildad, Jesucristo, naturaleza, amor a Dios y a sus criaturas
como FRANCISCO DE ASÍS. Latinoamérica, ¡está de plácemes!
Óscar Orlando
Bonilla Landa Blanco
Paseo al Picacho,
Tegucigalpa
obonillal@yahoo.es
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