SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.
Por ELIDES J. ROJAS L.
Jefe de Redacción de El Universal
09.06.2013
Las contradicciones del gobierno lo llevan a profundizar las
piraterías del gigante, quien de alguna manera tapaba las ineficiencias con el
montón de dólares que le cayó por más de la mitad de su mandato. Siempre fue
fácil para el difunto meter en problemas a quienes llevaban las finanzas
públicas porque siempre había real. Los precios petroleros sirvieron para
mantener a la cuerdita del ALBA y Petrocaribe, además de China, Rusia y
Bielorrusia con sus negocios raros y leoninos.
En ese grupito se
concentran unos 40 países que se han chupado prácticamente toda la montaña de
dólares que ha ido a parar a manos de esta máquina destructora conocida antes
como chavismo y ahora trasmutada a una cosa sin forma, débil y de muy poca
credibilidad llamada madurismo. Y no es que antes fuese algo serio, pero ocurre
que el carisma del fallecido al menos servía para darle fuerza en sus bases. Eso
cambió. A Maduro no le cree nadie. Ni siquiera lo que queda del chavismo en
extinción. Basta leer a Aporrea.com o cualquiera de la literatura de izquierda
nacional o internacional que anda por ahí y que no está sujeta al cheque tipo
Ignacio Ramonet, uno de los vividores de más peso en esto de arrendar la pluma a
cambio de unos dólares capitalistas.
Pero los tiempos han cambiado.
Un Maduro errático, que inventa palabras y, la gran mayoría de la veces, no es
que inventa es que no sabe lo que está diciendo. Punió, compatrioto, camarado,
estado Cumaná o estado Nueva Esparta. También sabe de economía. Se atrevió a
decir que estamos en medio de una ninfomanía cambiaria cuando no hay dólares ni
para sustituir al papel toilet. Hay que aclarar que el término que usan los
economistas es orgía cambiaria. En eso Maduro también es creativo. Pero más allá
de la anécdota hay partes del discurso que revelan la piratería heredada y
además aumentan cualquier grado de preocupación que pueda existir ahora
mismo.
Maduro afirma que es necesario producir, producir y producir
con eficiencia para salir de la crisis de abastecimiento que ha llevado al
gobierno a seguir los esquemas cubanos de racionamiento. No obstante, el mismo
día, pero a otra hora, echándoselas de bravo al estilo Chávez, le arma un lío a
los empresarios, acusa a los comerciantes de derrochar energía y le exige a los
industriales que reduzcan 20% el gasto de luz. Casi nada. Si la lógica todavía
funciona no será posible que la industria aumente en algo la producción de lo
que sea si tiene que ahorrar luz. De allí que lo que Maduro dijo en dos tiempos,
o es una coba alucinante o es una piratería de marca mayor. O las dos
cosas.
Lo mismo pasa con el intento de racionar la comida en el
Zulia, un claro globo de ensayo que si pasaba liso se iba corrido por todo el
país. Ya casi listo para arrancar y como si Maduro no estuviera enterado salta y
lo suspende y además le dice loco a Arias Cárdenas sin nombrarlo. Como sea, la
medida estuvo dos semanas en los medios. Hasta los guajiros protestaron. Y
Maduro en silencio. De un día para otro explota, pero actuando. Era notoria su
actuación para las cámaras. Ni siquiera la excusa de que con los controles
tratan de atacar el contrabando funciona. Todo el mundo sabe que el contrabando
es controlado por la Guardia Nacional y las mafias de la frontera. Es otro
cuento de piratería, ignorancia. O las dos cosas.
Si todavía hay
alguien que no esté preocupado, pues que se vaya preocupando. Esto solo va para
peor. La arepa de patria no funciona.
Twitter: @ejrl
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su tiempo. Por favor, deje su email y le contestare en privado. Gracias