Se vende Partenón
viernes 29 de agosto de 2014 12:00 AM
No leyó usted mal. Es la forma como titularon hace unas semanas ciertos medios europeos ante el anuncio de las inminentes privatizaciones de importantes lugares históricos y arqueológicos por parte del gobierno griego. Asimismo: históricos y arqueológicos. No leyó usted mal, repito. Al parecer, ante el compromiso de honrar la apabullante deuda externa, la cual dicen que asciende a unos 280 millardos de euros, el gobierno griego no encuentra ya más que vender, y ahora también va por los vestigios de aquello cuyo prestigio continúa siendo incuestionable: su pasado.
Es el caso de que, vencido recientemente un último rescate de 6.800 millones de euros por parte de la llamada "Troika" (FMI + Banco Europeo + Comisión Europea), y ante la posibilidad cierta de un nuevo desembolso en el 2016, el gobierno griego ha relanzado una política de privatizaciones y ventas de bienes públicos que ya venía adelantando, sobre todo como fruto de las conversaciones que se realizan desde el año pasado, encaminadas a una renegociación de la deuda. A tal fin, la empresa estatal de privatizaciones, Taiped, ha puesto a la venta en su Web oficial cerca de 81.000 propiedades públicas, entre las que se incluyen nada menos que la empresa estatal de petróleo (Hellenic Petroleum), los correos (Hellenic Post), la empresa de aguas de Tesalónica (la segunda ciudad más importante del país), la empresa telefónica, la lotería pública, aeropuertos locales, autopistas, hoteles (uno de los cuales está situado, por ejemplo, en el sitio arqueológico de Delfos), campos de golf, playas, algunas islas y miles de inmuebles y lujosas propiedades, como por ejemplo, las sedes de las embajadas en Londres y Belgrado.
Sin embargo, parece que todo esto aún no es suficiente. Entre las duras exigencias que ha impuesto la Troika para el desembolso de sus rescates está, por supuesto, la de reducir considerablemente el presupuesto público. Esto ha traído como consecuencia que unos 180.000 funcionarios públicos hayan quedado en la calle. Y como siempre, una de las partidas presupuestarias que generalmente recibe los peores recortes es, cómo no, la de cultura. Ya se había dado un primer campanazo al permitirse la explotación publicitaria de los sitios arqueológicos griegos en el año 2012. Sin embargo, esto era solo el comienzo. En un artículo aparecido el año pasado, titulado "Los efectos de la crisis económica en la arqueología en Grecia" (Journal of Eastern Mediterranean Archeology, 2013), se denunciaba la reducción en un 10% de todo el personal del Ministerio de Cultura griego. En ese mismo artículo se mostraba cómo el sueldo promedio de un arqueólogo principiante se había llevado de 880 euros en el año 2009 a 670 en el 2012. Así también se llamaba la atención acerca de cómo esta situación había forzado el cierre de numerosos sitios arqueológicos y dejado a 228 museos en funcionamiento restringido. Finalmente, el artículo sugería que la reducción en el presupuesto de seguridad de los museos había favorecido el robo y surgimiento de un mercado negro de piezas arqueológicas. Este mercado negro estaría relacionado con hechos lamentables como el robo al Museo de Olimpia ese mismo año.
Obviamente, toda esta situación ha forzado una respuesta por parte de la sociedad civil. También en ese año 2012, la Asociación de Arqueólogos de Grecia lanzó la campaña "Los monumentos no tienen voz. Tú sí", destinada a concientizar acerca de los riesgos que corre el patrimonio cultural griego. Asimismo, la Asociación "Diazoma" lanzó una curiosa campaña llamada "Apadrina un teatro", a través de la cual los ciudadanos comunes pueden colaborar con la conservación de 125 teatros antiguos.
Sin embargo, lo que hizo saltar todas las alarmas hace unas semanas fue la puesta en venta de numerosos inmuebles que, por su ubicación, son de gran importancia para la preservación del legado arqueológico griego. Las fuentes hablan concretamente de 355 edificios en la histórica isla de Rodas, 220 nada menos que en las inmediaciones del Cerámico en Atenas, 188 sobre la antigua Academia de Platón y 220 en el histórico barrio de Plaka, al pie de la Acrópolis, 19 de los cuales circundan la roca sagrada. No hará falta explicar demasiado el peligro que representan estos solares en manos privadas, fuera del control del Estado y de la supervisión de los especialistas.
Hace mucho tiempo leí en alguna parte que los dioses habían sido crueles con Grecia. Le dieron un pasado glorioso y el compromiso de emularlo en el futuro, nada menos. En aquel momento la frase me impactó, y pensé que esa desgracia de tener un pasado glorioso no le había tocado en suerte solamente a los griegos. Sin embargo, de lo que hoy estoy seguro es que estos siguen empeñados, todavía en nuestros días, en ser ejemplo y advertencia para nosotros. De lo que debe y no debe ser, porque un país, por muy mal administrado que haya sido, debe saber bien que no todo puede venderse. Que hay cosas que lleva demasiado tiempo y trabajo construirlas, y eso se respeta. Que hay cosas que son -lo dice el pasodoble- como el cariño verdadero: ni se compran ni se venden.
@MarianoNava
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