263562.- CULTURA COMUNISTA

Febrero: mes de la agricultura urbana

ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL

miércoles 3 de febrero de 2016 12:00 AM

El oficialismo ha tenido grandes ideas y enormes frases en su trascendental historia de 17 años en el poder, bien sentados sobre 1.300 millones de millones de dólares. Eso no se puede negar. El gasoducto del Sur, los cultivos organopónicos, los gallineros verticales del comandante fallecido, las gallinas ponedoras de Maduro en Miraflores, las colas de los hijos de papá de Ernesto Villegas, las colas sabrosas de Jacquelín Faría, el viceministerio de la felicidad suprema. Y mucho más.

Pero, salvo que mientras se publique esta nota aparezca otra genialidad, nada como el Ministerio de Agricultura Urbana. Un aporte, sin duda, de una importancia capital para el desarrollo de la alimentación mundial y, especialmente, para la economía de todos los países del mundo. No obstante, estas explosiones de grandeza neurológica no son completas ni debidamente reconocidas hasta que no se produce el esperado ataque nuclear de propaganda. Y eso, en el mundo comunista o en el de los entornos de extrema autoridad se concreta con la semana de la patria, como ocurría en tiempos de mi general Marcos Pérez Jiménez, o el mes de tal cosa revolucionaria o popular. En este caso, sin más vueltas, se decreta el mes de la agricultura urbana, socialista, chavista y patriótica.

Lo primero es lo primero. Cataratas de cuñas en televisión, en radio, en canales privados y públicos. Miles de avisos en la prensa escrita, sea del gobierno o independiente. No importa. La clave es ocupar a la gente por un mes. Que solo piense en yuca frita y caraotas secas. Hay que inventar un logo. Nada mejor que el caballito blanco que corre al revés con una mazorca entre los dientes. Maíz sembrado en casa, claro está. La música no hay que darle mucha vuelta. Patria, patria, patria querida... Ya todo el mundo sabe lo que sigue. Y muchas imágenes del comandante muerto corriendo, comiendo, bailando, saltando, jugando pelota, abrazado con un chino, en cámara lenta. Muchas. Esa es la clave. Y la foto infaltable, aquella bajo la lluvia al cierre de su última campaña electoral. Todo un clásico de la propaganda comunista. Pero lo más importante, lo medular es el congreso y los conversatorios con el Foro de Sao Paulo con los viejos comunistas barbudos y desaliñados como bandera, los mismos que tienen décadas sin trabajar, pero que viven de estos eventos que algún venaíto pagará, como ha sido el caso venezolano por casi 20 años. También hay que contratar a los comunistas de Podemos de España, otros duros asalta carteras públicas con fama internacional. Vemos esa agenda, pensada en Cuba y diseñada por alguna agencia publicitaria española, amiga del proceso.

Lunes 1. Debate. ¿Las caraotas se dan mejor en un porrón o en un frasco de mayonesa vacío? Moderadora: Enma Ortega.

Martes 2. Conversatorio. El lapicero como instrumento óptimo para abrir huequitos en la jardinera del apartamento para sembrar maíz y además, puyarles los ojos a los gringos. Moderador: Darío Vivas.

Miércoles 3. Foro. ¿Es la poceta un buen lugar para sembrar arroz? Moderador: Todos a la vez. Desorden general.

Jueves 4. Taller. ¿Son sabrosas las colas para comprar comida? Moderadora: Jacquelín Faría.

Viernes 5. Ejercicio práctico. Siembra de caraotas, arvejas y quinchonchos en los jardines de La Casona. Se les agradece llevar su propia pala.

Sábado 6. Encuentro nacional. Debate. ¿Es revolucionario sembrar tomates en las islas centrales de las avenidas? Moderador: El bobo de la yuca.

Domingo 7. Desfile en Los Próceres. Comunas, juntas de condominio, vecinos en general. Todo el mundo lleva su matica y la pasea por la pista con una bandera de Cuba y un mono deportivo con la bandera venezolana.

Y así todo el mes. Éxito total.

Y así todo el mes.

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