Arabia Saudita bloquea los esfuerzos en la OPEP para disminuir la
producción de petróleo
Por STANLEY REED 2 junio 2016
Khalid al Falih, ministro saudita de Petróleo, habla
con los reporteros antes del inicio de la reunión de la OPEP, el jueves. CreditRonald Zak/Associated Press
VIENA — La Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió en una reunión este
jueves que no hará cambios en sus niveles de producción de petróleo debido
al reciente aumento de los precios y las señales de que el exceso de oferta
mundial podría estar disminuyendo.
Sin embargo, parece que los mercados
entendieron la noticia como una señal de que la OPEP, organización que
agrupa a 13 naciones productoras de petróleo, es incapaz de coordinar sus
políticas.
El precio del crudo West Texas
Intermediate, un punto de referencia mundial, se redujo más de 1,6 por ciento
por lo que se ubica en 48,23 dólares por barril. Recientemente, se había
cotizado por encima de los 50 dólares.
El organismo eligió a Mohammed Barkindo,
un funcionario petrolero de Nigeria, como su nuevo secretario general. Barkindo
remplaza a Abdalla el Badri de Libia, que durante mucho tiempo ejerció esas
funciones en calidad de interino.
“Elegimos un nuevo secretario general,
eso es muy bueno”, comentó con sarcasmo Eulogio del Pino, el ministro de
Petróleo y Minería de Venezuela. Este país ha sido uno de los miembros de la
OPEP que más ha luchado por congelar o disminuir los niveles de producción
para subir los precios.
Pero los analistas han dicho que fijar
un techo de producción sería un recurso limitado para regular la oferta de
la OPEP y fijar los precios del mercado, puesto que muchos de los mayores
productores, entre ellos Arabia Saudita, ya bombean muy cerca de su capacidad máxima. Y a
menos que los países se asignen cuotas de producción, los miembros tendrían
pocos incentivos para alterar su número de barriles.
“Sin un sistema de cuotas no hay manera
de evaluar la contribución de cada país al total”, dijo Bill Farren-Price,
directivo de Petroleum Policy Intelligence, una firma de investigación de
mercado con sede en Winchester, Inglaterra. El experto asevera que sin ese
sistema la adopción de otras medidas “carece de sentido”.
La aparente indecisión de la OPEP hace
que Arabia Saudita, líder de facto del grupo, trate de
restaurar su antigua disciplina de mercado. Con Khalid al Falih, su
nuevo ministro de Petróleo, los sauditas se presentaron en la reunión para
tratar de mejorar sus relaciones con los demás miembros.
Falih llegó a Viena el lunes, mucho
antes de que empezaran los preparativos de la reunión de la OPEP, y se reunió
con funcionarios de otros países como Del Pino de Venezuela.
Parece que el ministro saudita ha
tratado de calmar los temores de los miembros por los recientes comentarios del
príncipe de la corona de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, que dijo que su
reino podría aumentar fácilmente la producción lo que incrementaría el exceso
de crudo.
Para la audiencia global el objetivo de
Falih es recuperar algo de la credibilidad de la OPEP. El grupo lució
desordenado en la reunión de abril pasado en Doha, Catar, cuando no pudieron
llegar a un acuerdo para congelar la producción con los principales productores
fuera de la organización, entre ellos Rusia.
Ali al Naimi, el anterior ministro
saudita, había apoyado esa estrategia. Pero sus jefes de Riad le impidieron
seguir adelante porque Irán —miembro de la OPEP y rival geopolítico de los
sauditas— se había negado a participar.
Es por esto que, a veces, pareciera que
los sauditas se contradicen en sus objetivos. No lucen cómodos en su papel de
“banco central” de los mercados petroleros como un organismo que equilibra la
oferta y la demanda.
Pero la reciente subida de los precios del
petróleo se ha visto afectada por su negativa a imponer una disciplina de
mercado, esa actitud desplomó los precios del crudo por debajo de los 30
dólares por barril, en enero.
“Los sauditas están preparándose para un
mundo donde los precios sufren grandes cambios”, dijo Robert McNally, exasesor
de energía de la Casa Blanca y presidente de Rapidan Group, una firma de
investigación de mercado con sede en Maryland. “Sin embargo, ellos quieren
conservar algo de la estabilidad proporcionada por la OPEP”.
McNally dijo que esos dos objetivos eran
“totalmente contradictorios” y que los ciclos de auge y caída suceden
“cuando no hay un equilibrio de los mercados”.
Desde fines de 2014, los sauditas han
adoptado —para consternación de otros miembros de la OPEP— una estrategia de
dejar que los precios fluctúen según el mercado. Arabia Saudita tiene costos de
producción bajos por lo que apuesta a que la caída de los precios del crudo
afectaría a sus rivales con mayores costos, lo que incluye a los productores de
petróleo de esquisto de Estados Unidos.
En un sentido esa estrategia ha funcionado.
Las compañías petroleras han reducido o pospuesto inversiones de miles de
millones de dólares en nuevos proyectos de petróleo y gas, y la producción
estadounidense de petróleo de esquisto ha empezado a declinar.
“Ha tomado más tiempo y ha llegado a un precio
inferior de lo que pensaban, pero está funcionando” dijo Jason Bordoff,
exasesor de la Casa Blanca y director del Center on Global Energy Policy en la
Universidad de Columbia.
Ben Hubbard
colaboró con este reportaje desde Riad, Arabia Saudita.
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