2010/03/09

Guerra a muerte

Luis Ugalde (Caracas) 09/03/2010

Confieso que volví a leerlo tres o cuatro veces, pues no lo podía creer. El presidente en la plaza Bolívar llamando a la guerra a muerte entre venezolanos, porque "no hay conciliación posible"; con la "burguesía apátrida, con esos grupos fascistas, no hay acuerdos posibles". Los enemigos de la revolución cubana están en Miami, pero los de la venezolana están dentro, agregaba. "¡Qué difícil es una revolución en estas condiciones!" (El Universal 1-2 08-02-10).

Es una llamada a la persecución, a la cárcel y al exilio de la mayoría del país (más del 85%), que no quiere el modelo cubano. Luego, en un gesto tan teatral como arbitrario, gritó repetidas veces: ¡exprópiese!, ¡exprópiese!, ¡exprópiese!, dirigiéndose a cuanto edificio veía en torno a la plaza. No son nuevas semejantes provocaciones, pero la proclamación de guerra contra todo el que no comulga con él es una siembra particularmente venenosa y destructiva.

En Venezuela hay 24 millones de habitantes que, para un marxista serio, ni son burgueses ni proletarios industriales; él trata de crear esa división politiquera a la que no responde ni la realidad ni el sentir de la gente. El presidente con un incendio retórico quiere prender las pasiones y odios, una "guerra a muerte" para impedir que la gente se pase a la oposición. Sabe que la gran mayoría en el fondo de su corazón quiere paz, convivencia tolerante e iniciativas emprendedoras para superar la pobreza y prosperar; para combatir la corrupción y la ineficiencia estatal.

La proclama de guerra a muerte ("Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables") en junio de 1813 no fue la más feliz del Libertador y sí la más mortal, pues en un año esa guerra acabó con la República, ahogada en un salvaje baño de sangre y de exterminio entre venezolanos. Nadie es quién para condenar a muerte a inocentes, ni para absolver a culpables. La exitosa campaña relámpago del Libertador en 1813 realmente fue admirable, a pesar de la guerra a muerte; por el contrario, ésta propagó incontenibles hogueras sangrientas de bárbaros como los españoles Zuazola o Monteverde. Ese mismo año de 1813 el terrible caudillo Boves desde Guayabal proclamó también su guerra a muerte contra los blancos y el asalto a las haciendas de éstos, y se propagó incontenible la guerra de razas contra los blancos, mantuanos y hacendados americanos.

Asesinatos de soldados rendidos, civiles, mujeres y niños en Valencia, Caracas, Cumaná, Barcelona, Maturín y otros pueblos. No es cierto que Bolívar fue el origen de la guerra a muerte (que ya andaba suelta desde Monteverde), pero sí que cayó en su trampa criminal. La guerra a muerte (ayer y hoy) sirve para implantar la barbarie y el terror, pero impide la construcción de la deseada república independiente y democrática. En 1814, con la destrucción salvaje de los ejércitos patriotas y de los civiles por Boves y sus llaneros, la derrota fue total. Bolívar confesará años más tarde que la de ese año fue "increíble y lamentable campaña", donde "todo se perdió menos el honor" (Diario de Bucaramanga). Eran menos de 20.000 los españoles en Venezuela por 800.000 americanos; la independencia parecía asegurada si con la guerra a muerte se unía a éstos para enfrentar a aquellos. Pero las realidades sociales no funcionan así y todavía la guerra era básicamente entre americanos. Como dice el especialista John Lynch, "la medida pretendía atemorizar a los españoles y lograr someterlos, y animar a los criollos a que apoyaran la independencia. En realidad, la guerra a muerte no consiguió ninguna de las dos cosas". Pardos y mestizos, en ciego resentimiento, embistieron contra los blancos de Bolívar. Como dirá él en el Manifiesto de Carúpano, "vuestros hermanos y no los españoles han desgarrado vuestro seno, derramado vuestra sangre, incendiado vuestros hogares y os han condenado a la expatriación".

Presidente, deje el miedo y gobierne. Aquí, a pesar de sus palabras, ni hay revolución, ni deseo de guerra fratricida. La guerra de medio país contra el otro sólo trae ruina y muerte entre venezolanos. Todos queremos convivencia, soluciones, superación de la pobreza, prosperidad y diálogo. Gobierne.

Luis Ugalde, sacerdote jesuita, doctor en Historia, es el actual rector de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas-Venezuela

PD: El decreto de guerra a muerte rezaba …”Españoles y Canarios… “ el nuevo decreto tendría que decir algo así como: “Cubanos y mercenarios contad con la muerte…”

2010/03/08

A mi amigo Elides ( Versículo 2)

Te he tomado de escucha... preguntaras que... a santo de qué?

Estas en una posición envidiable y tu reto ante esta sociedad es muy grande.

Las orquestas tienen muchos instrumentos y todos los días se agregan otros; cada vez se encuentran más variaciones del mismo tema, entonces... un concierto de pájaros mañaneros siempre le da sabor al amanecer.

Nos estamos desacostumbrando a que las personas se expresen sin traer un doble fondo. Dicen que eso no es político y que es el momento de ser político. JA JA

Paparruchadas de trasnochados para justificar su minusvalía.

Tenemos que volver a nuestros valores reales. A ser gente antes que otra cosa. Tenemos que ser gente, no ser agentes, valer por nosotros mismos como ciudadanos y permitir que quienes no tengan la luz del conocimiento se pulan en la fragua de nuestras "inmejorables casas de estudios" en todos los niveles. La universidad de la vida es otra de nuestras casas de estudio.

Que tengas una jornada productiva y reconfortante.

Entonces, a lo que vinimos:

El país no ha cambiado.

Tu dices que el país cambio, pero de ricos…

A mi manera de ver, no ha cambiado… luego definiremos quienes son los ricos y nos transaremos en un promedio que nos haga dejar la escritura y la lectura con un sabor no tan malo en la boca.

Estamos a casi 100 años del comienzo de la llamada generación del 28 y, dime tú, en que hemos avanzado políticamente como secuencia de ellos?.

Se supone que con ellos, el país descubrió el comunismo y las “formas adelantadas” del pensamiento político. Se supone que con ese nuevo amanecer se acabarían las montoneras y el país tomaría un nuevo rumbo de progreso. Pero el cuento nos salió mal, no hemos sido capaces de sumar voluntades pensantes que estén dispuestas a ofrendarse “por la sociedad” y solo nos hemos encontrado con buscadores del oro fácil, adictos a sumarse a grupos que busquen la vida sin trabajo.

Las escaramuzas políticas de los años 30 y 40 y 50, nada aglutinantes para este movimiento, desembocaron en lo que han referido como la decisión consciente de irse a las montañas porque no conseguían como dialogar, entendiéndose esto como que “los otros”, sus oponentes, no eran capaces de entenderlos y de negociar, y por eso, tenían que irse a las montañas a vivir como guerrilleros.

Tras muchos dimes y diretes que le causaron a la nación muchos muertos, que todavía se lloran a gritos, algunos personajes de esta nación lograron que se bajase el nivel de una guerra fratricida cuyo objetivo solo era mostrarlos como beligerantes y por ende validos receptores del apoyo multinacional de la Internacional Socialista en cuanto a dinero y materiales de guerra.

Dicen que la paz se convierte en castigo y que quienes viven en la guerra la añoran a muerte, añoran a muerte la guerra.

La oportunidad se veía clara y a muy corto futuro. Los zapadores de esa generación pudieron hacer su trabajo con la mayor impunidad y así fueron penetrando todos los estamentos, esto no es una idea de los cubanos, no es novedad… siempre lo habíamos tenido, siempre lo habíamos sufrido y, siempre lo habíamos vencido, tal como se venció al brazo armado, en las montañas que habían elegido como el lugar de la lucha. Y perdieron aun con el apoyo de los cubanos.

Entonces, no hay cambios… han seguido zapando en todos los estratos, han seguido buscando y trayendo mercenarios en todos los niveles, han seguido burlando la justicia real del país, han seguido sacando los dineros del país y de su gente como lo hicieron en la década del 50 con la “marcha del Bolívar a Cuba”.

No creo que ahora los ricos sean los militares, fíjate que el General Gonzalo Vargas tuvo que anunciar su inmediata huelga de hambre para "conseguir" que se le atendiese como debe ser en el Hospital Militar. Es un hecho actual. Veremos como termina el sainete.

Aceptaría que si hay cambios, y estamos en otro país, si pudiésemos escuchar el mea culpa de trabajo productivo de la IZQUIERDA PENSANTE, esa izquierda que aduce no estar en el gobierno porque “no tienen cabida”.

No tendremos cambios mientras esta mal llamada “clase política” no asuma sus responsabilidades reales.

Cuan vigente Andrés Eloy Blanco y su Loca Luz Caraballo:

Tu hija está en un serrallo, dos hijos se te murieron, los otros dos se te fueron detrás de un hombre a caballo. «La Loca Luz Caraballo» dice el decreto del Juez, sin hijos y sin carneros, contadito los luceros: ...seis, siete, ocho, nueve, diez...

De verdad crees que hemos cambiado?

2010/03/06

A propósito del ultimo e-mail (Saladino)

De nuevo estoy leyendo esto...

Como anda todo?   Espero que sea mejor... acá en casa saben que no tomo medicinas si no es por mandato divino... ya tengo desde el 1988 caminando a más no poder y eso me ha conservado...

Me dicen que soy un adicto a las caminatas y eso no lo pongo en duda... las caminatas me dan paz y tranquilidad, me ponen a pensar en mi gente con ojos de marino ausente y, eso no es malo, porque me ayuda a comprender a cada uno y me hace desear con cada vez mayor fuerza el retornar a su lado para entregarles lo que quede en mí, eso no es malo...

Me dicen que regreso flaco y macilento, sin embargo, aun no he regresado con menos de 60Kgs. Y fue causado por un bajón, no de la glucosa o del potasio, sino del dinerillo que no portaba…

Me he asegurado de adquirir el respectivo seguro de hospitalización, y cirugía, y maletas extraviadas, y aviones demorados, y demás fruslerías acordes con el tema, al extremo de incluir viajes de personas a buscar mis despojos y otras tonterías “ad hoc”.

Una de mis mas grandes alegrías ha sido siempre la del regreso después de cada caminata… volver a verles, rejuvenecidos tras el paréntesis, con los bríos renovados, con la fe rediviva, con las esperanzas latiendo como si fuese la primera vez… eso no tiene precio… eso no lo paga la tarjeta de crédito…

Recordemos a Will con su manguera en el cuello, al Brigadier Brasileño y su operación de corazón abierto y su esposa correteando a su lado, cuidándolo de la buena y saludable vida del caminante. Recordemos a Virginia y sus 88 años y ella recorriendo la Plaza dos Obreiros… de rodillas, dejando su sangre en el pavimento. Recordemos las placas alusivas a tantos caminantes que sufrieron percances en el camino. Su fortaleza está con nosotros, nos anima, nos guía, son el rompehielos que va delante, indicándonos el camino, esa estrella del oeste que nos llama hacia Compostela.

Cada paso que hemos dado nos ha dejado una enseñanza y, como somos tan jovencitos, ya tenemos una enciclopedia de muchos volúmenes. Claro que en tu casa te conocen mejor que yo, pero aun así, soy testigo de excepción en cuanto a tus procederes en el camino por lo que estoy completamente seguro que no te forzaras más de lo normal. Y que es lo normal? Lo de siempre… los mismos kilómetros que hemos planificado por años, los que nos han servido de patrón de entrenamiento, los que hemos programado para poder dormir en casa de fulano y fulano y fulano y, etc.. Etc.. Y si es que algo somos… es que somos metódicos.

Así que, Compañero Caminante, tranquiliza a la familia y al Doctor, háblales de la voluntad del Señor y recuérdales que El tiene su tiempo y que nosotros estamos cumpliendo el dicho de que a Dios rogando y con el mazo dando. Y si es que cada paso nos da más vida, en este camino del 2010, estaremos haciendo unos 1000 kilómetros lo que, a nuestro promedio de paso de 75 centímetros, nos dice que daremos 1.333.333 pasos para llegar a Compostela.

Eso es Ejercicio para un corazón. Ejemplo para generaciones futuras. Imborrable recuerdo del poder de la voluntad, del esfuerzo concentrado, del optimismo creativo de la raza humana. Santa María de Eunate nos espera y en sus 33 arcos portales daremos gracias por estar allí.

ULTREYA SALADINO… Este año jubilar lo compartiremos con alegría, estaremos haciendo una nueva página de la historia familiar y retornaremos, con el favor de Dios, “sin un rasguño”.

2010/03/05

Vergüenza nacional

Nos ha llegado esta comunicación del

General de Brigada ( Ej.)

Gonzalo Enrique Vargas Ortiz

Recluido en el Hospital Militar

"No aceptare tratamiento médico, medicinas o alimentos."

A mis hijos, hermanos, familiares, compañeros de armas, amigos  y a quien lea estas palabras:
Me encuentro recluido desde hace unas dos semanas en el Hospital Militar "Doctor Carlos Arvelo" Caracas, por haber presentado un cuadro infeccioso ya superado.
Soy Diabético Tipo II con Retinopatía Diabética 5 y me amputaron la mitad del pie derecho, por lo que aproveche para solicitar consulta y tratamiento oftalmológico así como un nuevo calzado y las prótesis respectivas, las respuestas han sido negativas hasta hoy. Solicité audiencia al General Director del Servicio de Sanidad sin respuesta. Debido a esta omisión  hice llegar, por amigos e Internet, mi caso y varias denuncias  a algunas  dependencias del Ministerio del Poder Popular para la Defensa sin acción visible.
Se pretende ahora que yo me proporcione y cancele esos servicios o utilice al Seguro Social para que me los otorguen.  Durante 34 años serví como militar a mi país, retirándome con el grado de General de Brigada   y hoy, estando mentalmente hábil y capaz, les hago saber que a partir del día 4 del presente mes no aceptare tratamiento médico, medicinas o alimentos hasta tanto no me solucionen los problemas planteados como derecho que me otorga la ley, así como obligación legal que tienen la Fuerza Armada Nacional y quienes administran el sistema militar de salud.
El comportamiento de los profesionales de la salud y el personal auxiliar es ejemplar, no se merecen los "jefes" que tienen.
Espero su comprensión y si es posible que  hagan saber esto a quien consideren adecuado.
Con mi amor y especial aprecio en la esperanza que mi posición despierte soluciones y ....dignidades.
CI 3158737
Marzo 2, 2010
Enviado desde mi dispositivo movil BlackBerry® de Digitel.

Comentario:

Véanse en este espejo. Reacción o sumisión.
¡Y esto es con un General de Brigada! ¿Cómo será la situación con los de menor grado, en especial la Tropa Profesional, Guardias Nacionales, en particular esos Guardias "defensores",
y sus familiares, que sí arrojarán gases lacrimógenos a los militares profesionales en situación de retiro cuando salgan a manifestar y reclamar éste derecho, y otros conculcados, en la calle.
Vamos a ver si la prensa divulga esta información.

Hola…

Escribe Fabián Mozzati

Rosario, Argentina

Algunos individuos prefieren especializarse y dedicar toda su energía a una actividad, esperando así alcanzar niveles profesionales. Otros prefieren la variedad en sus actividades, lograr todo el disfrute que sea posible de cada una de ellas sin llegar a ser necesariamente un experto en ninguna. Hay dos palabras que reflejan nuestras actitudes hacia los distintos tipos de compromiso en las actividades laborales, físicas o mentales. Estos términos son: "amateur" y "diletante". Hoy en día estas etiquetas son ligeramente despreciativas.
Un amateur o un diletante es alguien no lo bastante diestro, una persona que no debe ser tomada muy seriamente, alguien cuyo rendimiento no alcanza las normas profesionales. Pero originalmente "amateur", proviene del verbo latino amare, y se refiere a una persona que ama lo que hace. De forma parecida, "diletante", del latino delectare, significa "encontrar delicia en", o sea es alguien que disfruta realizando una actividad determinada.
Los significados mas antiguos de estas palabras, por lo tanto, atendían a las experiencias en lugar de a las realizaciones; describían las gratificaciones subjetivas que obtenían los individuos al hacer las cosas, en vez de puntuar lo bien o lo mal que las realizaban.
Club de la Efectividad
amamos lo que hacemos... profesionalmente

2010/02/26

A buen entendedor…

Sin la venia de quien lo escribió…

En la cumbre de Cancún

Discurso de Óscar Arias Sánchez, Presidente de Costa Rica

Excelentísimos Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe, amigas y amigos:

Ésta es mi última participación en una cumbre internacional. No pretendo despedirme de América Latina ni del Caribe. Los sueños de esta región los llevo atados al centro de mi vida. Pero sí debo despedirme de ustedes, colegas, hermanos, compañeros de viaje. Debo despedirme de este auditorio que resume, en un racimo de voces, las esperanzas de 600 millones de personas, casi una décima parte de la humanidad. Es en nombre de esa estirpe latinoamericana que quiero compartir con ustedes algunas reflexiones. Es en nombre de la prosapia que habita más allá de estas puertas, y que exige de nosotros la osadía de construir un lugar más digno bajo el sol.

A pesar de los discursos y de los aplausos, lo cierto es que nuestra región ha avanzado poco en las últimas décadas. En ciertas áreas, ha caminado resueltamente hacia atrás. Muchos quieren abordar un oxidado vagón al pasado, a las trincheras ideológicas que dividieron al mundo durante la Guerra Fría. América Latina corre el riesgo de aumentar su insólita colección de generaciones perdidas. Corre el riesgo de desperdiciar, una vez más, su oportunidad sobre la Tierra. Nos corresponde a nosotros, y a quienes vengan después, evitar que eso suceda. Nos corresponde honrar la deuda con la democracia, con el desarrollo y con la paz de nuestros pueblos, una deuda cuyo plazo venció hace siglos.

Honrar la deuda con la democracia quiere decir mucho más que promulgar constituciones políticas, firmar cartas democráticas o celebrar elecciones periódicas. Quiere decir construir una institucionalidad confiable, más allá de las anémicas estructuras que actualmente sostienen nuestros aparatos estatales. Quiere decir garantizar la supremacía de la ley y la vigencia del Estado de Derecho, que algunos insisten en saltar con garrocha.

Quiere decir fortalecer el sistema de pesos y contrapesos, profundamente amenazado por la presencia de gobiernos tentaculares, que han borrado las fronteras entre gobernante, partido y Estado. Quiere decir asegurar el disfrute de un núcleo duro de derechos y garantías fundamentales, crónicamente vulnerados en buena parte de la región latinoamericana. Y quiere decir, antes que nada, la utilización del poder político para lograr un mayor desarrollo humano, el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestros habitantes y la expansión de las libertades de nuestros ciudadanos.

No se debe confundir el origen democrático de un régimen con el funcionamiento democrático del Estado. Hay en nuestra región gobiernos que se valen de los resultados electorales para justificar su deseo de restringir libertades individuales y perseguir a sus adversarios. Se valen de un mecanismo democrático, para subvertir las bases de la democracia. Un verdadero demócrata, si no tiene oposición, debe crearla. Demuestra su éxito en los frutos de su trabajo, y no en el producto de sus represalias. Demuestra su poder abriendo hospitales, caminos y universidades, y no coartando la libertad de opinión y expresión. Un verdadero demócrata demuestra su energía combatiendo la pobreza, la ignorancia y la inseguridad ciudadana y no imperios extranjeros y conspiraciones imaginarias. Esta región, cansada de promesas huecas y palabras vacías, necesita una legión de estadistas cada vez más tolerantes, y no una legión de gobernantes cada vez más autoritarios. Es muy fácil defender los derechos de quienes piensan igual que nosotros. Defender los derechos de quienes piensan distinto, ése es el reto del verdadero demócrata. Ojalá nuestros pueblos tengan la sabiduría para elegir gobernantes a quienes no les quede grande la camisa democrática.

Y ojalá también sepan resistir la tentación de quienes les prometen vergeles detrás de la democracia participativa, que puede ser un arma peligrosa en manos del populismo y la demagogia. Los problemas de Latinoamérica no se solucionan con sustituir una democracia representativa disfuncional, por una democracia participativa caótica.

Parafraseando a Octavio Paz, me atrevo a decir que en nuestra región la democracia no necesita echar alas, lo que necesita es echar raíces. Antes de vender tiquetes al paraíso, preocupémonos primero por consolidar nuestras endebles instituciones, por resguardar las garantías fundamentales, por asegurar la igualdad de oportunidades para nuestros ciudadanos, por aumentar la transparencia de nuestros gobiernos, y sobre todo, por mejorar la efectividad de nuestras burocracias. Mi experiencia como gobernante me ha comprobado que los nuestros son Estados escleróticos e hipertrofiados, incapaces de satisfacer las necesidades de nuestros pueblos y de brindar los frutos que la democracia está obligada a entregar.

Esto tiene serias consecuencias sobre nuestra capacidad de honrar la segunda deuda que he querido mencionarles, la deuda con el desarrollo. Una deuda que, repito, tenemos que honrar nosotros. Ni el colonialismo español, ni la falta de recursos naturales, ni la hegemonía de Estados Unidos, ni ninguna otra teoría producto de la victimización eterna de América Latina, explican el hecho de que nos rehusemos a aumentar nuestro gasto en innovación, a cobrarle impuestos a los ricos, a graduar profesionales en ingenierías y ciencias exactas, a promover la competencia, a construir infraestructura o a brindar seguridad jurídica a las empresas. Es hora de que cada palo aguante la vela de su propio progreso.

¿Con qué derecho se queja América Latina de las desigualdades que dividen a sus pueblos, si cobra casi la mitad de sus tributos en impuestos indirectos, y la carga fiscal de algunas naciones en la región apenas alcanza el 10% del Producto Interno Bruto? ¿Con qué derecho se queja América Latina de su subdesarrollo, si es ella la que demuestra una proverbial resistencia al cambio cada vez que se habla de innovación y de adaptación a nuevas circunstancias? ¿Con qué derecho se queja América Latina de la falta de empleos de calidad, si es ella la que permite que la escolaridad promedio sea de alrededor de 8 años? Y sobre todo, ¿con qué derecho se queja América Latina de su pobreza si gasta, al año, casi 60.000 millones de dólares en armas y soldados?

La deuda con la paz es la más vergonzosa, porque demuestra la amnesia de una región que alimenta el retorno de una carrera armamentista, dirigida en muchos casos a combatir fantasmas y espejismos. Demuestra, además, la total incapacidad para establecer prioridades en América Latina, una práctica que impide la concreción de una verdadera agenda para el desarrollo. Hay países que sufren conflictos internos, que pueden justificar un aumento en sus gastos de defensa nacional. Pero en la gran mayoría de nuestras naciones, un mayor gasto militar es inexcusable ante las necesidades de pueblos cuyos verdaderos enemigos son el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la desigualdad, la criminalidad y la degradación del medio ambiente. Es lamentable que en esta Cumbre de la Unidad se reúnan países que se arman los unos contra los otros. Y es también lamentable que en esta Cumbre de la Unidad se encuentre ausente el Gobierno de Honduras, cuyo pueblo es víctima del militarismo y no merece castigo, sino auxilio.

Si hace veinte años me hubieran dicho que en el 2010 estaría todavía condenando el aumento del gasto militar en América Latina, probablemente me habría sorprendido.

¿Cómo, después de haber visto los cuerpos destrozados de jóvenes y niños heridos en la guerra, podía esta región anhelar un retorno a las armas? ¿Cómo habría de permitir el dantesco desfile de cohetes, misiles y rifles que pasa frente a pupitres desvencijados, loncheras vacías y clínicas sin medicinas? Algunos dirán que me equivoqué al confiar en un futuro de paz. No lo creo. La esperanza nunca es un error, no importa cuántas veces sea defraudada.

Yo aún espero un nuevo día para América Latina y el Caribe.. Espero un futuro de grandeza para nuestros pueblos. Llegará el día en que la democracia, el desarrollo y la paz llenarán las alforjas de la región. Llegará el día en que cesará el recuento de las generaciones perdidas. Puede ser mañana, si nos atrevemos a hacerlo. Puede ser el próximo año, la próxima década o el próximo siglo. Por mi parte, yo seguiré luchando. Sin importar las sombras, seguiré esperando la luz al final del arco iris. Seguiré luchando hasta el día que llegue.

Queridos amigos y amigas. Compartir con ustedes este foro, al igual que muchos otros más, ha sido para mí sumamente honroso y un verdadero privilegio. Esta es mi última cumbre y al decirles adiós, quiero que sepan que en Óscar Arias tendrán siempre a un amigo de verdad.

Muchas gracias.

Óscar Arias Sánchez”

2010/02/25

RECIEN VESTIDOS:

Tratando de mantenerme enterado es mucho el tiempo que empleo en escuchar y en leer y eso me ha llevado a pensar que existe en nuestro medio, una muy marcada diferencia en la forma como hablamos, dependiendo de la época en que nacimos.

Es notoria la forma balbuceante en que se expresan algunas figuras que vemos en las pantallas de los televisores o escuchamos en la radio. Inicialmente pensé que esta forma de hablar se debía a los nuevos inventos utilizados para ayudar a dar soltura a quienes enfrentan el micrófono y la cámara, me refiero a los apuntadores electrónicos y a sus limitaciones de espacio y tiempo; recuerdo cuando en los viejos tiempos se utilizaban carteles para que el locutor leyera de ellos, cuando los parlantes eran todos de cable y de frecuencia única. Limitaciones de espacio y tiempo que, sin duda imponían un retraso, interminable y lleno de errores, que el expositor debía llenar con el arte de la elocuencia. Esos artefactos, muchos ya en desuso por edad, causaban verdaderos problemas por sus limitaciones pues era tanto lo que se tenía que escribir y las cartulinas eran muy pequeñas… Después apareció el teleprompter, en el cual aparecía el parlamento en una pantalla que corría al tiempo del conferencista. Magnifico para lo que tiene parlamentos fijos, no tan bueno para los programas en vivo. Hoy todos estos artilugios han recibido la atención profesional de los entendidos tanto en la ingeniería como en el arte y ya no justificamos a quienes se enfrentan a una audiencia sin utilizarlos, sin utilizarlos bien. Demasiado conocidos por los asambleístas multilingües, los audífonos para convenciones permiten disfrutar del conferencista en varios idiomas y permiten, que el conferencista tenga, en directo, a cuantos asesores tenga acceso. Esto no es nuevo, es una herramienta que permite crear “picos de plata” a bajo costo, a muy bajo costo. Por eso nos extrañamos que las gerencias de las cadenas de radio y televisión, o los asesores de grandes dirigentes no pongan empeño en que los usuarios de estas ayudas, realmente se beneficien con el sistema que utilizan. En un sistema libre y abierto esta deficiencia se pagaría con clientes que no contratarían mas con nuestra empresa, mas entre nosotros ese no es el caso, estamos inmersos en una colmena donde se hace lo que se impone, sin importar la falta de realidad o el que se atente contra los principios de la racionalidad, la justicia y, mucho peor, se atente contra el deber de la sociedad como un todo para con las nuevas generaciones.

La chabacanería

En nuestra sociedad, donde se pretende hacer reinar la idea de que para determinados propósitos el fin justifica los medios, no es ni debe ser impedimento el uso de estos artilugios colocados en el oído de la figura de turno. No será por tanto descabellado asumir que ya estaremos pensando, o ya tendremos, algunos chips colocados en la cavidad craneal de algunos de estos superdotados y esta es la razón de este escrito. El punto de partida es que no encontramos justificación para que en un mundo donde todo, o casi todo, lo tenemos a mano estemos balbuceando como si nos estuviésemos bajando del árbol Darwiniano

Dados los prolegómenos vayamos la substancia:

En primer lugar me he referido al tiempo que empleo diariamente en escuchar y en leer. La educación familiar andina, andígena digo yo, me llevo a mantenerme leyendo constantemente, desde que Dña. Dolores Calderón me enseño a leer, a leer razonando y teniendo que contestar las preguntas de toda índole que mi Madre, Dios la tenga en su gloria, me formulaba para verificar si estaba realmente tratando de leer y entender el corazón del escrito. Lectura de textos de todo tipo, académicos, religiosos, políticos, artísticos, prosa, verso, de todo cuanto ella encontraba o veía mencionado en alguna parte. El secreto estaba en la diversidad, en las contrapartes, en el fuego y el hielo, en lo moral y lo amoral, en lo bueno y lo justo y lo desmedido y lo incongruente y Kafka y Marx y los nuestros, la publicidad, la propaganda, el porqué, el cómo, el cuándo, el donde, el quienes son los actores, el quien es el beneficiado. No aceptar lo que no tiene explicación real. No asumir. Comprobar, ir a buscar las fuentes de lo dicho. Secretos del día a día

Hoy que nuestros medios y nuestra diversión están plagados de frases sin sentido y a nadie le importa.

Hoy que la gente repite lo que a primera vista creyó entender de lo escrito en un pasquín.

Hoy que a cada término del lenguaje le aparecen miles de páginas en Internet y las fuentes son cada día más difíciles de comprobar.

Hoy tenemos que leer muchísimo más que antes para entender muchísimo menos que antes.

Antes nos maravillábamos con facilidad ante la docta palabra de cualquier Don Perico de los Palotes.

Ahora, con lo poco que conocemos de tecnología, sabemos que muy posiblemente estemos escuchando la repetición directa de lo que un grupo de “asesores” le este dictando amorosa, o venenosamente, en su oído.

Ahora notamos la diferencia en el lenguaje empleado por Don Perico en distintas ocasiones y si tenemos la oportunidad de ir leyendo al tiempo que vamos escuchando la alocución, entendemos cuales son las palabras que no domina Don Perico o su asesor, o ambos.

Antes, en las emisoras y televisoras existía el empleo del Director Artístico, su función estribaba en hacer que los artistas de la locución y demás personas que utilizasen los micrófonos, lo hiciesen en forma educada, no chabacana, cuidadosa de las formas y apegados a los fondos, a lo escrito.

Ahora, en la mayoría de los casos, no hay quien supervise lo que sucede y la preocupación es que ! no les metamos en problemas políticos !

El tiempo empleado en aprender a leer y sacar provecho de lo leído fue más generoso en otras épocas que ahora… ahora ya no rinde.

Y si ponemos al joven en situación de leer en voz alta, con demasiada frecuencia notamos que no sabe leer de corrido, que lee balbuceando, que la exigencia en el aprendizaje ha sido muy leve y muy benigna.

Existe, en nuestro medio, una muy marcada diferencia en la forma como hablamos y leemos, dependiendo de la época en que nacimos.

Parece que para las generaciones más antiguas las exigencias en cuanto a la lectura y la escritura fueron más fuertes que para las juventudes actuales, tal vez por aquello de la dificultad en la comunicación y en lo lejano de las fuentes, o el estilo de vida que teníamos, recordemos que en los países desarrollados cualquier niño tiene acceso a cualquier biblioteca del mundo y eso, claro, le pone el mundo a su alcance, en su pantalla. En nuestro caso, a pesar de los ingentes esfuerzos que se han hecho, lo que se consiguió, que no fue poco, desafortunadamente no abrió suficientemente la ventana y se promueven esfuerzos para mantener cerrada la ventana, y es de esto, de esta carencia de posibilidades, de la que trata este escrito.

En segundo lugar, ¿a quién le importa realmente nuestro futuro?

Viviendo, como estamos, inmersos en el mundo de la inmediatez, deja de tener prioridad la visión de país a futuro que tendrán que vivir, queramos o no, quienes nos sucedan. Vivan donde vivan, cualesquiera que sea su pensamiento, sean del sexo que sea, crean o no en la santa iglesia, crean o no en maravillas, inocentes o culpables, ellos y sus descendientes y así hasta la última generación que de ellos exista en la tierra. Es decir que nos importa un pito lo que suceda siempre y cuando, en este momento, nos sea favorable a lo que, por milagro divino, tengamos en la mente, sea lo que sea.

Parecen no ser oportunas frases comunes que intentan deslindarnos de esta problemática:

“Ya mis hijos crecieron, ya no les toca lidiar con la nueva ley de educación”,

“El dinero que ganaremos me lo pagaran en divisas en el exterior… está garantizado”,

“¿Tú crees que después nos van a traer para pedirnos cuentas?”

“La Derecha/Izquierda internacional se encargara de nosotros”,

“Yo pague lo que me pidieron, tengo copias y grabaciones, esa es mi prueba del soborno”

Este deslindarnos así, tan alegre, nos lleva a pensar que estamos por encima de todas las adversidades y que no nos tocara en absoluto pagar el precio de lo hecho u omitido…

No sé a qué cultura religiosa, política, social, endógena, exógena, terrestre, universal, achacarle esta costumbre de dejar la culpa en otros… de eludir la responsabilidad… de escurrir el bulto… de escudarse en el tráfico… de esconderse para pasar desapercibidos… de ser los del traje gris… de mantenerse en la dorada medianía… de convertirse, por derecho adquirido, en los hombres mediocres de José Ingenieros.

La Historia, relatora de verdades, que a la larga siempre aparecen, da cuenta de situaciones similares y de lo que se ha derivado de ellas. El montañismo enseña que después de cada pico viene un valle y una sima, ¿qué somos en el momento, pico, valle, sima? Lo cierto es que nada es permanente. Los que creemos en Dios, creemos en su promesa de una vida futura. Los que no creen en Dios, en antagonismo con ese Ser, se desligan de su responsabilidad por la sociedad y culpan a sus adversarios por todo lo que de malo se aproxime, sin aceptar que el destino al que ellos están enviando a su gente es absolutamente previsible, si es que mantienen sus creencias incólumes. Si sabemos lo que sucederá en el futuro, ¿quién es responsable de lo que sufran nuestros conciudadanos? Si no sabemos lo que sucederá en el futuro, ¿quién es responsable de estudiarlo y encauzar a la ciudadanía hacia la obtención de un mejor futuro mediante un menor sufrimiento?

Claro que, a la luz de lo que la humanidad ha venido alcanzando a través de los siglos de dura lucha individual, todos tenemos el derecho de exigir que quienes rijan cualquier actividad estén preparados para ello, haya sido formados en las disciplinas, técnicas y recursos de cada especialidad, se hayan ganado el derecho de estar allí, con su conocimiento, experiencia y sapiencia. Con toda razón negamos la posibilidad de que alguien que no sea neurocirujano nos trate la dolencia que tenemos en la materia gris, y no solo eso, buscamos que exista una junta médica de galenos duchos, experimentados, de muy reconocida trayectoria, con incontables horas en el pabellón de cirugía, con una historia de éxitos en los tratamientos efectuados; es lógico, porque es nuestra vida la que estamos colocando en sus manos, en su conocimiento y en su destreza. Hasta aquí es de Perogrullo el párrafo porque es algo tan absolutamente trivial que nadie se imagina que sea de otra forma. La Ley establece que quien trate un paciente debe ser un Medico. Sin embargo, cuando nos salimos del ámbito medico todos somos capaces y libres de hacer lo que se nos ocurra, nos auto medicamos, nos colocamos en dietas, establecemos nuestros patrones de ejercicios y entrenamientos, buscamos asesorías en personas de confianza (¿?), es decir que volcamos nuestra fe en personas, métodos y experiencias distintas a las que la lógica severa nos impone y… corremos con las consecuencias de estos actos de traspaso de la fe pues, invariablemente, esas personas a quienes hemos buscado o en quienes hemos colocado impensadamente nuestra confianza no tienen como asumir la responsabilidad por lo que nos suceda ni están dispuestos a asumirla y si, finalmente, la asumen, ya los males han sido hechos y lo único que nos queda es recoger los platos rotos, enterrar a los muertos y tratar de olvidar todo el mal que se ha causado. Tenemos, entonces, el derecho de exigir que quienes sean nombrados para cualquier cargo sean personas que reúnan las características de conocimientos y personalidad que son específicas para cada uno de los cargos. Tenemos el derecho de exigir que si hay dos candidatos, se elija al mejor. Tenemos derecho de exigir que se hagan pruebas de oposición y que se contrate a quien mejores condiciones tengan para desempeñarse en los cargos.

“En el camino se endereza la carga” es una máxima que repite la población y que se emplea cuando, consientes de haber tomado o queriendo tomar la elección equivocada, nos damos ánimo con la esperanza de que el fulano en cuestión “se arregle” con el paso del tiempo y las vicisitudes. Pero la tragedia se manifiesta al hacerse realidad los nefastos resultados de su ejecutoria, resultados que no mejoraran por el simple hecho de cambiar al individuo ni quitaran que los culpables somos quienes tomamos la decisión de colocarlo en ese lugar, aunque ahora ya tengamos un reo, expiando por nuestra causa.

En la literatura de la América Hispana se da cuenta de los “recién vestidos”, aborígenes del mundo a quienes sus esclavizadores, para sentirse mas cómodos con ellos a su derredor, cambiaban el guayuco por ropajes mas “a la época”. Cambiar el traje no resultaba difícil, en absoluto, pero no servía de gran cosa puesto que estos personajes mantenían su cultura a pesar de los maltratos que recibían cuando trataban de domesticarlos. El vocablo “recién vestido” indicaba que todavía no eran lo que se esperaba de ellos, que todavía no estaban “educados”. En nuestro tiempo “recién vestido” ha cambiado a “nuevo rico”, personas que por alguna ingeniosa razón (¿?) se han hecho con ingentes cantidades de dinero, o que por relaciones políticas, económicas, de distribución, han alcanzado en tiempo inopinadamente corto, posiciones que no serian normales para ellos dada su trayectoria anterior. Salvo casos excepcionales, realmente muy meritorios, la experiencia mundial no nos da para pensar con optimismo sobre las andanzas de estas personas, sobre todo en posiciones críticas para las organizaciones, pues sus limitaciones de base los hacen blanco fácil para quienes negocian con ellos y por ende se constituyen en debilidades para el sistema del que forman parte.

Es frecuente escuchar en tono alegre que en nuestro país “Quien no tira flechas, toca tambor” aludiendo, generalmente con mucho orgullo, a nuestros ancestros, pero, el gran pero, es que esa época quedo atrás, esa noche oscura de la esclavitud quedo atrás, y ya vamos a celebrar doscientos años de independencia y de abolición de cualquier forma de esclavitud. Entonces, para nosotros, parece más apropiado hablar de “nuevos ricos” que de “recién vestidos” aunque se nos forme un lio en el cerebro tratando de deslindar si es una persona a quien le toco la lotería o es una persona a quien por favores recibidos se le da un cargo o se le permite sin restricciones, como debe ser, el acceso a los medios de comunicación, o todo lo anterior en una sola suma.

En muchos países hay zonas depauperadas, deshabitadas, pobres, de indigencia crónica… en muchos países se les acuña a esas zonas la marca de que sus gentes son menos afortunadas intelectualmente y se les achacan chistes y situaciones que muestran esta pobreza intelectual. Siempre han sido para nosotros objetos de chiste los nativos de algunas zonas especificas y no viene al caso indicarlos, libros hay a montones que hacen esto por nosotros. Se dice que el hambre afecta la capacidad intelectual. Antes veíamos el futuro como algo que teníamos que buscar, planificar, programar, adecuar. Lo veíamos como algo accesible y no muy remoto. Sentíamos que, basados en la pluralidad, éramos capaces de construir el futuro que quisiéramos y eso hacíamos, pensábamos en grande, no nos veíamos como satélites de nadie, sabíamos que, utilizando el cerebro, éramos capaces de obtener lo que fuera que hiciese falta, donde quiera que hiciese falta y sin tener que pasar por asesorías desgraciadas y degradantes. En el pasado nos sentíamos enérgicos, luchadores, vencedores. En el presente pareciera que se trata de que entendamos que no tenemos derecho a estar en el mundo del futuro porque estamos reviviendo la época de los “recién vestidos” que no entienden aun que “el mundo es ancho y ajeno”, como dijera Ciro Alegría.

2010/02/20

E-mail a un Amigo

Saludos Amigo, Elide J Rojas:

    Viendo El Universal digital a las 18:32 de hoy sábado, me pregunto si es que no hay noticias en nuestra nación que no tengan que ver con las aspiraciones políticas de alguien.

    Esto ya está pasando de castaño a oscuridad total... no hay nada que leer que no tenga esa connotación de campaña electoral. ¡Y, hay noticias que no son políticas!

    Estoy claro con el  jefe del ejecutivo nacional en que existe una campaña mediática en el país, no hay que ser ningún lince para saber que es de allí que se nutre el régimen para subsistir y es de allí que se nutre la oposición para tratar de mostrarse.

    Generalizar es muy malo y no podemos decir que todo el gremio es muy bueno y que nadie trabaja para su propio conuco. Tampoco podemos decir que todos son malos y que se contentan con escribir lo que les resulta más productivo. Pero da la impresión de que sea este segundo grupo el que está ganando la pelea y cada vez son menos los que mantienen una línea de independencia que redunde en buena información, profunda, razonada, crítica a todo nivel y a todo evento.

    No le miento si le digo que son muchos los días en  que lo único que me parece bueno de El Universal y de los otros Diarios es el SUDOKU. Cuando las noticias no tienen fondo o se nota la reimpresión de notas de otros periódicos foráneos (por la construcción gramatical) se pregunta uno ¿qué es lo que está pasando? ¿Sera que hasta el periodismo ha caído en el foso de la desgracia?

Tenemos que ser optimistas y creer en los profesionales que, por años, han dado muestras de entereza y coraje. Líderes en su profesión, Maestros en su trabajo. Y es que, de esos, tenemos muchos. Y por eso, agradeciendo de antemano su atención le dirijo estas líneas para mostrarle mi aprecio al trabajo periodístico, profesional y de calidad en el cual Usted ha sido Líder. Imagino que pasa Usted, día a día, por presiones de todo tipo y que una andanada como esta no levantara ni polvo en la Redacción. Los seguidores del Universal, de toda la vida, estamos esperando que vengan vientos inflando velas y se tome la senda de la cordura ciudadana para hacer del país la gran nave que, con seguridad, nos lleve hacia el futuro y que en esa nave seamos lectores de “El Universal” que todos hemos vivido con orgullo.

Ciencia y conciencia, aunque nos recuerden un chiste, son necesidades del país. Para ustedes, cronistas de la vida y milagros de todos nosotros, el recuerdo de quienes esperamos que mantengan la conciencia cuando apliquen esa ciencia y conviertan las múltiples incidencias en vida productiva para el conglomerado nacional-.

Le estoy agradecido y muy orgulloso por su respuesta a mi anterior comunicación.

Atentamente.

Marco Antonio Morillo

2010/02/19

El poder de la coerción sobre la masa

1.-A quien en su sano juicio se le va a ocurrir entablar una querella contra CADIVI antes de tener las divisas en sus manos?

2.-A quien en su sano juicio se le va a ocurrir entablar una querella con el SENIAT cuando se requiere una solvencia?

3.-A quien en su sano juicio se le va a ocurrir entablar una querella con el CNE por encontrar en los listados a varias personas con su mismo numero de cedula, o por encontrar en los listados a ciudadanos mayores de 110 años?

4.-A quien en su sano juicio se le va a ocurrir entablar una querella con el Tribunal Supremo de Justicia por el delito de Prevaricación, por aceptar como validos los alegatos del ejecutivo para pasar por sobre la Ley?

5.-A quien en su sano juicio se le va a ocurrir entablar una querella con el ejecutivo por promover grupos de terroristas (terroristas = encapuchados con armas, de cuerpos clandestinos, no autorizados por la constitución)?

6.-A quien en su sano juicio se le va a ocurrir entablar una querella con quien sea, en los medios de comunicación, por la ausencia de información sobre el estado mental de nuestros dirigentes y sus amigos?

7.-A quien en su sano juicio se le va a ocurrir entablar una querella con el estado para saber, oficialmente, la situación de: los aeropuertos, las aerovías y sus radio ayudas, el teleférico de Mérida, las carreteras, las salas de operaciones de los hospitales, el puente sobre el lago, los túneles a nivel nacional, la importación de partes y repuestos, las remesas de dinero a los familiares en el exterior, la libre importación de semillas, la intermediación extranjera en compras y ventas por parte de la nación soberana?

A estos siete “detalles” de nuestro vivir actual parece que los aceptamos como algo normal; tan normal que nadie dice nada pues estamos condicionados para ello. Ya ni hablamos mal de la Derecha o de la Izquierda, parece que fuese pecado decir que quien no hace las cosas bien es un incompetente, llámese como se llame y ocúpese el lugar o posición que sea.

Si vivimos en un país libre y democrático y tenemos, además, una Constitución que predica esos principios, y execra cualquier intento de desviarnos de ellos, como es que los “ilustrísimos pensadores” de cada grupo político no nos dan el ejemplo querellándose ellos por nosotros. Donde están los GHANDI de este país?

Estamos a un solo paso de unas elecciones criticas en todo sentido y nunca antes estuvimos tan mal en el país. Con quien se habla se corrobora esta frase. Donde están los lideres a quienes apoyaremos?

Sabemos que queremos salir de esta detestable “reunión de aplaudidores” que carecen de luz propia y disfrutan de una “supuesta autoridad”, “ sin responsabilidades especificas”, que parecen confiar en que sus culpas se diluyan porque “cumplían ordenes del partido”. Cuando regresen a sus ciudades de origen y se les acabe el juego, hoy, mañana, o pasado, su pueblo les exigirá, a cada uno, los resultados de su gestión en pro de su área, no los resultados de su gestión por su partido.

Es que seguiremos apoyando esa “gran vergüenza nacional”?

La coerción es la amenaza de utilizar la violencia (no solo física sino de cualquier otro tipo) con el objetivo de condicionar el comportamiento de los individuos.

2010/02/08

Desfile de feria.

Son las 05:25 del Lunes 08 de febrero del 2010 y ya tengo despierto varias horas. Acabo de ser tele espectador del despegue del Transbordador Espacial Endevour en la misión S-130 hacia la Estación Orbital Internacional. Faltan solo cinco minutos para ir a tocarles la puerta a mi sobrino Manacho y a Enrique, su socio para este negocio, artífices de la Carroza de la Reina de la “Feria del Sol” de este año.

Hace pocos días nos enteramos que la compañía de Manacho se había ganado el contrato para preparar la carroza y participar en el desfile de la Feria del Sol, para ese evento vendría a Mérida y se alojaría en nuestra casa. Así pues que, por razones familiares, nos hemos visto en cierta forma involucrados en esta actividad.

Somos testigos de la capacidad y creatividad de Manacho y su gente, nos ha hecho sentir muy orgullosos, su desempeño empresarial lo ha mostrado como un emprendedor de mucha actualidad y mucho  porvenir. No nos extrañó que hubiese obtenido ese contrato pues sabemos de sus anteriores trabajos para la “Feria de La Chinita” y claro, por sus obras los conoceréis.

El viaje de Maracaibo a Mérida se trató de hacerlo de noche para que fuese menos riesgoso pues, por el tamaño de la tarima, había que hacerlo  con escolta y a muy baja velocidad. Conseguidos los permisos y demás formalidades, el grupo de trabajo, llenos de optimismo y con ganas de hacerlo bien, partieron hacia la Ciudad de Los caballeros a primeras horas de la noche del jueves 4, con la intención de llegar a Mérida en la madrugada del viernes 5 y así tener dos días para ultimar detalles en la presentación de la carroza.

El hombre propone y Dios dispone… Los funcionarios de una de las alcabalas consideraron que parecía peligroso el viaje nocturno y por eso les indicaron que buscaran cobijo al lado de sus instalaciones y procedieran a dormitar hasta que el sol naciera ese viernes. El viaje diurno se vio amenizado por el alto trafico de esa vía reduciendo la velocidad de marcha. No obstante, la llegada a Mérida en la tarde de ese Viernes fue satisfactoria y sin mayores problemas. Tuvieron la oportunidad de poner a buen resguardo la Carroza, iniciar el finiquito de detalles en la estructura, conseguir alojamiento para algunos del equipo de trabajo, cenar opíparamente y retirarse a descansar para estar en buenas condiciones al día siguiente.

El sábado fue entonces el día de la puesta a punto y si algo tuvo ese día en Mérida, fue el sol inclemente que reinó por sus fueros. Pero, a lo que venían, era a comer pasteles; pasaron su día trabajando y dejaron la carroza, lista para la Reina.

Ayer, madrugué para ser testigo del lanzamiento del Endevour y no hubo éxito pues las condiciones meteorológicas negativas se impusieron y no hubo lanzamiento. Pero si testifico que madrugaron y ya antes de las 7 estaban en pie de lucha, había que trasladar la carroza hasta el punto de partida.

El resto ya es historia, la carroza se distinguió por su colorido, dinámica, musicalidad, escogencia del tema, seguridad y entusiasmo.

Buen trabajo. Felicitaciones.