06:19 am 09-Abr de 2012|El Nacional
Esta semana se ahondará la división entre los venezolanos. Renacerán con fuerza las jornadas de odio. Todo lo contrario de lo que la nación espera y necesita
Hechos del 11 de abril de 2002 | David Maris
Hoy comienza una semana de gran fanfarria, según la programación que ha dado a conocer el Gobierno.
De gran fanfarria y de glorificación de una historia adulterada para celebrar los diez años de los inverosímiles sucesos del 11 al 13 de abril de 2002. Brillarán los relatos heroicos y la glorificación de las grandes hazañas que del 11 de abril desembocaron en el 13. Se trata, en efecto, de sucesos que marcaron la historia y que permanecen muchos de ellos en la oscuridad.
La historia, se dijo siempre con alguna ingenuidad, "la escriben los vencedores". Esto es relativamente cierto. Pero nadie le quita a esa historia de supuestos triunfadores la provisionalidad que le es connatural. Los vencedores, dice la historia sin adjetivos, no lo son para siempre. De ahí la sentencia de provisionalidad de sus relatos, de sus versiones acomodadas, el azúcar donde estaba la sal. O sea, lo inconfesable.
El Gobierno, que milita y actúa como partido político, que copa todos los poderes del Estado, que pretende ser el único que habla y el único que dispone, llenará esta semana con una programación avasallante. Los empleados públicos tendrán días de fiesta para que puedan concurrir (de manera obligatoria y bajo amenaza de despido) a las rumbosas manifestaciones de la revolución bolivariana. Los medios del Estado, que se suponen de todos los venezolanos, dedicarán sus espacios a las alabanzas de los héroes del 13 de abril. "Todo 11 tiene su 13", es la consigna que retumba en los canales oficiales. En la propia consigna está el engaño.
La historia de estos episodios está por escribirse en su integridad. Es cierto que lo fundamental se conoce, pero de manera fragmentaria. Se necesita el relato documental que arroje toda la luz posible sobre sucesos que traumatizaron a la nación. La historia es necesaria para despejar el camino. Pero no será la que vamos a soportar estos días que siguen a la Semana Santa. Veremos versiones interesadas y adulteradas en las cuales los culpables serán los que ahora andan en campaña política. Se exhibirán nombres y se les acusará de todos los pecados. Todo con el propósito de convertir las celebraciones en parte de la campaña electoral. Ya contra la Iglesia católica se encarnizaron nada más ni nada menos que Jueves y Viernes santos. Esto fue como el anuncio de lo que padeceremos esta semana.
Mientras el Gobierno y sus ministros se entregan a los delirios celebratorios, y mientras los medios transmiten documentales y películas alusivas y abonan el culto a la personalidad, los problemas que asedian al venezolano continuarán devastando a la sociedad. Los ministros no podrán atender esos problemas porque estarán dedicados en cuerpo entero a sus labores partidistas como jefes de campaña.
Esta semana se ahondará la división entre los venezolanos. Renacerán con fuerza las jornadas de odio. Todo lo contrario de lo que la nación espera y necesita.
Leyó esta entrada?, lea la que esta un poquito mas adelante y recuerde que El Nacional es el Diario de la Izquierda pensante Venezolana, por antonomasia…
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